XVII Jornadas sobre la Historia de Tauste
Días 17, 18, 19 y 25, 26 de febrero. A las 21 horas en la Casa de Cultura
Una vez llegados al ecuador de las Jornadas, a pesar de la climatología, creemos que ha sido un balance positivo, el interés de los asistentes y las felicitaciones que nos han hecho llegar nos animan a seguir en este camino. La próxima semana se desarrollarán nuevos actos de los cuales iremos informando, pero por el momento este es un breve resumen de esta primera parte.
Miercoles, 17 de febrero
Ismael Sanz, un apasionado conocedor del Ebro, nos presentó, a la vez que nos describió sus costumbres, unos desconocidos vecinos, de quien ignorábamos hasta su propia existencia. Pudimos contemplar huidizos animales que se mueven al amparo de la noche como la nutria o el castor y que no creíamos tener tan cerca a través de fotos y vídeos tomados por él. Incluso pudimos contemplar en la mano náyades -¿qué es eso?, dirán algunos- que habitan en el fondo de nuestros ríos y canales, entre las cuales se encuentra la tristemente desconocida Margaritífera Auricularia, que si no ponemos remedio, desaparecerá para siempre.
En el centro el ponente Ismael Sanz con el presidente del Patiaz y la concejal de Cultura Elena Ansó que abrieron las Jornadas.
Jueves, 18 de febrero
Describir y contextualizar la ya casi desaparecida sillería de la iglesia de Santa María fue el objetivo de la conferencia de Don Alberto Aguilera, una sillería de la cual se conservan tan solo 9 sitiales de los 21 que tenía cuando Jaime Ortiz, mazonero de Tauste, construyó en 1638. La noticia de su construcción arranca del contrato que este maestro carpintero taustano firmó con un colega suyo de Borja. El hallazgo por parte del ponente de ese documento le dio pie a datar no solo la sillería de la iglesia sino que se aventuró a registrar en el mismo período la del convento de San Jorge.
Alberto Aguilera y la directora de la Casa de Cultura de Tauste Pilar Fresco durante la intervención.
Viernes, 19 de febrero
Estudiar la documentación relativa a las órdenes militares instaladas en nuestra zona (hospitalarios en Remolinos y templarios en Boquiñeni) pocos años después de la conquista de Tauste por Alfonso I, es un empeño que nos permite profundizar en la radiografía de la población taustana en los años posteriores a su conquista y del proceso de explotación de los recursos agrarios e hídricos a la vez que nos proporciona datos de sobre topónimos, despoblados, acequias, molinos, caminos,… de nuestro entorno muchos de los cuales se mantienen hasta hoy. Francisco Saulo Rodríguez, ganador de la última beca Januario Uberte de El Patiaz. nos proporcionó un entretenido paseo a partir de sus investigaciones sobre Tauste en el Cartulario de Amposta.
Francisco Saulo Rodríguez acompañado de miembros de la Asociación.