Ermita de San Lamberto
A unos 20 Km. de distancia del casco urbano de Tauste, en el paraje denominado “Monte Alto”, cerca de la Gabardilla, se encuentra la ermita de San Lamberto. Se trata de una construcción humilde dedica da en tiempos pasados a la veneración de San Lamberto, patrono de los labradores aragoneses.
En ella se oficiaban misas para las gentes que habitaban aquellos lugares en las épocas de labor en el campo, cuando las largas distancias suponían un grave inconveniente para los desplazamientos, siendo la fiesta más importante que en ella se celebraba la del Patrono San Lamberto, el 19 de junio de cada año. Esta conmemoración fue cayendo en desuso como una consecuencia más de la castellanización de estas tierras, llegando a sustituir al zaragozano San Lamberto por el madrileño San Isidro.
Desde hace ya algún tiempo,el Ayuntamiento de Tauste y la Asociación Cultural “El Patiaz” vienen tomando conciencia del deterioro progresivo que estaba acusando esta ermita y de la necesidad de salvarla de la ruina. Por fin, realizadas las gestiones pertinentes, se ha logrado acometer una primera fase, con la financiación del Departamento de Industria, Turismo y Comercio, del Gobierno de Aragón.
Se tiene noticia de que las últimas obras de reparación fueron realizadas en 1880, sin conocer exactamente el alcance de las mismas. La ermita fue cayendo en el abandono y su uso religioso cambió por el de caseta de monte y almacén. Consta de una sola nave, de casi 100 m2 de superficie construida, con cubierta a dos vertientes, y una sacristía que, desde el exterior, ofrece aspecto de ábside de tres lados, con una forma muy irregular y una orientación prácticamente Norte. La entrada se encuentra en el muro Sur, que sirve de hastial a la edificación. Los muros son de fábrica de mampostería y tapial, con yeso como material aglomerante, y la cubierta es de teja árabe. En el exterior,quedan los restos de dos contrafuertes, uno a cada lado la nave, en su entronque con el ábside. El hueco de la puerta de entrada está resuelto mediante arco de medio punto construido en ladrillo, de pié y medio de canto.
A pesar de la sencillez de la construcción,presenta una serie de elementos arquitectónicos singulares que hacen de ella un edificio de difícil datación. Se puede deducir que la estructura original se componía, pues, de unos arcos fajones, como elementos resistentes verticales, y crujías resueltas con rollizos de madera.
Como valor artístico añadido, cabe destacar la existencia de pinturas murales en el muro descrito, donde se encuentra adosado el altar, ocultas en gran parte bajo las capas de cal. Estas pinturas podrían ser datables en el siglo XVIII.
Estado de la ermita antes de la restauración y algunas de las pinturas murales de su interior.
Carbonel Monguilán, Jaime. Pinilla Gonzalvo, J. Miguel. La restauración de la ermita de San Lamberto. El Patiaz, boletín informativo nº 24. Enero 2011.